En un panorama donde la ciberseguridad se ha convertido en un pilar fundamental para la protección de los sectores industriales, España se posiciona como el cuarto país de Europa más vulnerable a ciberataques en el entorno industrial. En este artículo desglosamos los desafíos específicos que enfrenta el sector y destacamos las estrategias clave para una robusta ciberseguridad OT (tecnología operacional), con un enfoque especial en el sector sanitario.
La emergencia de la ciberseguridad en el Entorno Industrial
En el contexto de una situación geopolítica tensa, la frecuencia y sofisticación de los ciberataques han experimentado un aumento significativo, poniendo en jaque a la industria a nivel global. Particularmente en España, la exposición a estos ataques en el ámbito industrial ha escalado, situando al país entre los más afectados de Europa.
Según un estudio reciente de Gartner, se anticipa que para 2025 los ataques a la tecnología operacional (OT) no solo comprometerán la seguridad de los datos, sino que también pondrán en riesgo la seguridad física de las personas. Los sectores más críticos incluyen agricultura, logística, transporte, energía, tecnología avanzada y, sobre todo, el sector sanitario.
La vulnerabilidad del sector sanitario
La transformación digital ha llevado a los hospitales y centros de salud a convertirse en entidades altamente conectadas y dependientes de la tecnología, lo que incrementa su vulnerabilidad ante los ciberataques. La ciberseguridad industrial se torna indispensable para proteger no solo la información personal de los pacientes, sino también para garantizar el funcionamiento seguro de los sistemas críticos que pueden afectar directamente la salud de los individuos.
Estrategias de ciberseguridad OT para el sector sanitario
Para contrarrestar los riesgos asociados a la ciberseguridad OT, es crucial desarrollar e implementar un plan de acción que integre la ciberseguridad operacional con la informática (IT). Este plan debe incluir:
- Identificación de activos: Esto abarca desde el personal hasta sistemas IT-OT, pasando por dispositivos no registrados y puntos de acceso a la red.
- Protección de activos: Mediante la definición de una arquitectura segura y la implementación de mecanismos de control y administración.
- Monitoreo constante: Para detectar intrusiones y actividades sospechosas en tiempo real.
- Recuperación: Desarrollar e implementar procedimientos para restablecer los sistemas y servicios afectados tras un incidente de seguridad.
La convergencia entre la ciberseguridad IT y OT es vital para una gestión integral de los riesgos, permitiendo una protección más efectiva frente a las amenazas cibernéticas.
Nueva directiva europea
Aunque la ciberseguridad ha avanzado significativamente, todavía existen más de 100,000 instalaciones OT expuestas y desprotegidas a nivel global. La implementación de la nueva directiva europea, NIS2, promete ser un paso adelante significativo en la reducción de este número, impulsando a las empresas de sectores críticos a adoptar medidas de seguridad más estrictas.
La ciberseguridad OT «como servicio» emerge como una estrategia viable y escalable, no solo para cumplir con las normativas, sino para fortalecer la resiliencia de los sistemas críticos frente a las amenazas cibernéticas.
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