En el marco de nuestra iniciativa Cyber Month, exploraremos la ciberseguridad desde una perspectiva integral, abarcando distintas áreas clave de nuestras organizaciones. El tema de hoy: la gestión de la seguridad en activos críticos.
En la era actual, la seguridad en activos críticos ha evolucionado hacia un enfoque proactivo, destacando la importancia del reconocimiento de la superficie de ataque como una pieza clave en la estrategia de protección.
Las organizaciones enfrentan amenazas cada vez más sofisticadas, donde los atacantes ya no solo se enfocan en sitios web y activos visibles, sino que amplían su espectro hacia cuentas de usuario, redes sociales y espacios menos tradicionales como la Dark y Deep Web.
La evolución de la superficie de ataque: nuevos escenarios y riesgos
Tradicionalmente, la seguridad se centraba en proteger activos web y servicios expuestos. Sin embargo, las modalidades de ataque han cambiado considerablemente. Hoy en día, la falta de monitorización adecuada facilita la detección de brechas, permitiendo a los atacantes realizar ataques focalizados que comprometen la integridad de las organizaciones.
Un número creciente de incidentes evidencia la necesidad urgente de implementar estrategias más amplias de protección que incluyan tanto activos internos como externos.
Para una gestión efectiva de la seguridad, es esencial entender que los ataques no solo buscan explotar vulnerabilidades evidentes; también se valen de la información que circula en entornos menos visibles, donde la exposición de datos en la Dark y Deep Web se convierte en una ventana de oportunidad para los atacantes. Aquí, el tracking y monitorización de información sensible permite detectar cómo y dónde se está compartiendo información confidencial que puede poner en riesgo la operación.
Enfoque integral: más allá de lo visible
La detección de brechas en la superficie de ataque no solo se trata de lo que está expuesto externamente. Una visión interna es fundamental, considerando que un ataque puede proceder tanto de agentes externos como internos. Asumir que la organización ya ha sido comprometida y actuar desde esa perspectiva permite fortalecer la respuesta a incidentes, mediante la simulación de escenarios y la detección de posibles vulnerabilidades antes de que estas se conviertan en amenazas reales.
Para protegerse de ataques internos y externos, la gestión de activos debe incluir:
- Monitorización continua de activos internos y externos: esto permite detectar patrones inusuales en tiempo real.
- Simulación de posibles escenarios de ataque: ayuda a identificar brechas y preparar respuestas rápidas en caso de incidentes.
- Monitorización de espacios en la Dark y Deep Web: el seguimiento de información sensible expuesta en estos entornos es crucial para anticipar movimientos maliciosos.
Innovery by Neverhack: hacia una seguridad integral y proactiva
La gestión de la seguridad en activos críticos exige hoy un enfoque que trascienda la protección básica de servicios expuestos, incorporando una visión integral de los riesgos tanto externos como internos. A medida que los métodos de ataque se vuelven más complejos y abarcan nuevos espacios, la monitorización continua y el reconocimiento profundo de la superficie de ataque se consolidan como pilares esenciales en la estrategia de seguridad de cualquier organización.
Una comprensión holística del panorama de amenazas y una vigilancia activa de todos los activos permiten no solo detectar brechas en etapas tempranas, sino también construir una estructura resiliente ante posibles incidentes. Este enfoque integral no solo protege las operaciones de hoy, sino que fortalece la capacidad de anticipación y respuesta en un entorno digital en constante cambio.
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Autor: Miguel Ángel Castillo, Senior Presales de Innovery by Neverhack