En el marco de nuestra iniciativa Cyber Month, exploraremos la ciberseguridad desde una perspectiva integral, abarcando distintas áreas clave de nuestras organizaciones. El tema de hoy: monitorización de la red.
La monitorización de red es un aspecto fundamental para proteger nuestros entornos y aplicaciones porque es por donde transitan nuestros datos. En este tiempo donde los ataques de ciberdelincuencia son más frecuentes y sofisticados, este proceso permite observar y analizar el tráfico de datos que fluye tanto dentro como fuera de una red, así como entre las infraestructuras internas. Un factor importante de la monitorización de red es el análisis de metadatos y el tráfico este-oeste, conceptos que proporcionan un enfoque más granular y efectivo para detectar amenazas dentro de la aplicación de nuestra estrategia de ciberresiliencia.
El poder de los metadatos en la red
La monitorización de red implica el uso de herramientas especializadas para capturar datos sobre el tráfico, como la cantidad de paquetes enviados y datos dentro de la información de las direcciones IP, los puertos y los protocolos utilizados. Estos datos, conocidos como metadatos, no poseen el contenido del tráfico en sí, pero sí información contextual clave que ayuda a identificar patrones normales o anómalos que nos permitan sospechar que algo raro está sucediendo en nuestras infraestructuras.
Por ejemplo, los metadatos pueden indicar que un servidor interno, que solamente envía datos a dispositivos locales, está comunicándose repentinamente con direcciones IP externas desconocidas. Este tipo de actividad podría ser una señal de que el servidor ha sido comprometido y está participando en una exfiltración de datos, por lo que podemos estar siendo atacados.
Tráfico este-oeste: un enfoque interno
Mientras que el tráfico norte-sur describe el flujo de datos entre una red interna y el exterior, el tráfico este-oeste se refiere a las comunicaciones internas entre servidores, entornos, aplicaciones y dispositivos dentro de nuestra red. Este tipo de tráfico es especialmente relevante en arquitecturas modernas, como las basadas en microservicios y entornos de multicloud híbridos, donde las interacciones entre componentes internos son frecuentes y contienen grandes transferencias de datos.
Monitorizar el tráfico este-oeste es muy importante porque muchos ataques avanzados, como los que realizan movimientos laterales, ocurren dentro de la red después de que un atacante ha logrado acceder a un punto inicial de nuestra infraestructura. Analizar este tráfico permite detectar comportamientos anómalos, como un dispositivo que intenta escanear puertos en otros sistemas internos, lo que podría indicar que el atacante está buscando vulnerabilidades para expandir su acceso, muchas veces de manera silenciosa.
A continuación, detallamos un ejemplo práctico de detección de un ataque de ransomware a partir de la monitorización de red.
Supongamos que un atacante logra infiltrarse en la red de nuestra organización utilizando un correo electrónico de phishing. Una vez dentro, intenta propagar un ransomware para cifrar archivos en múltiples servidores. Veamos cómo actuaría nuestra monitorización.
- Fase inicial: La monitorización detecta un volumen inusual de conexiones este-oeste desde un dispositivo que previamente no tenía esa actividad. Los metadatos revelan múltiples intentos de conexión a servidores internos.
- Análisis de patrones: Las herramientas de monitorización observan un aumento en el tráfico hacia puertos específicos asociados con servicios de acceso remoto. Esto indica un posible movimiento lateral. Aquí nos podríamos ayudar de alguna herramienta de analítica de datos.
- Respuesta: El equipo de seguridad recibe una alerta y utiliza la información de los metadatos para identificar el dispositivo comprometido. Posteriormente, aíslan el dispositivo y analizan el tráfico histórico para evaluar el alcance del ataque.
Es importante señalar que en este proceso intervienen diferentes áreas, por ejemplo, en este caso, las áreas de TI, Analítica y Ciberseguridad, por lo que es fundamental que los procedimientos y flujos de trabajo estén bien definidos.
Beneficios aportados
La monitorización de red debe ser un aspecto fundamental en nuestra estrategia de ciberresiliencia. Implementarla aporta un gran beneficio y, en muchos casos, no supone mucho coste en las organizaciones o simplemente las herramientas que poseemos ya pueden dar estas prestaciones.
Entre los beneficios más relevantes podemos destacar:
- Visibilidad total: Combinar la supervisión del tráfico este-oeste con el análisis de metadatos permite una visión integral de las actividades en la red.
- Detección temprana: Se pueden identificar amenazas en sus etapas iniciales, antes de que causen un daño significativo.
- Mitigación efectiva: Al comprender cómo se mueve el tráfico, los equipos de seguridad pueden bloquear las rutas utilizadas por los atacantes.
Innovery by Neverhack: your cyber performance partner
En definitiva, la monitorización de red, complementada por el análisis de metadatos y la observación del tráfico este-oeste, es una herramienta indispensable en la lucha contra amenazas de ciberdelincuencia. Este enfoque de monitorización y observabilidad no solo permite detectar ataques en tiempo real, sino también anticiparse a ellos al comprender patrones y comportamientos anómalos en nuestros datos.
Desde Innovery by NeverHack, apostamos por este enfoque como un elemento importante dentro de las estrategias de ciberresiliencia. Nuestros servicios y soluciones se orientan a vigilar y garantizar la seguridad de manera constante y preventiva para permitir la continuidad del negocio en nuestros clientes.
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Autor: Carlos Zavala, Head of Hybrid Cloud Division de Innovery by Neverhack