La ciberseguridad se ha convertido en un elemento esencial para garantizar la continuidad operativa y proteger los activos digitales en un mundo cada vez más interconectado. Con el impacto económico de los ciberataques alcanzando el 1,5% del PIB mundial, el panorama para 2025 anticipa retos significativos y una evolución constante en las estrategias de protección.
Estos son los puntos clave que marcarán las tendencias en ciberseguridad el próximo año:
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Ransomware: el mayor desafío para las organizaciones
El ransomware mantendrá su lugar como la principal amenaza cibernética en 2025. Este tipo de ataque, que ya ha afectado gravemente a empresas en todo el mundo, seguirá evolucionando gracias a su rentabilidad y facilidad de implementación. España, que ocupa la quinta posición mundial en este tipo de incidentes, no es ajena a esta problemática.
Las empresas deberán priorizar medidas de seguridad robustas, desde soluciones avanzadas de detección y respuesta hasta estrategias efectivas de recuperación de datos. La planificación y la prevención serán fundamentales para minimizar los riesgos asociados a estos ataques.
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Inteligencia Artificial: una herramienta de doble filo
La inteligencia artificial (IA) está transformando el panorama de la ciberseguridad. Los ciberdelincuentes están utilizando IA generativa para crear ataques más personalizados, desde malware inteligente hasta técnicas avanzadas de phishing. Se prevé que, para 2027, el 17% de los ciberataques integrarán esta tecnología.
Por otro lado, las defensas también se están beneficiando de la IA, que permite un análisis más rápido y preciso de las amenazas. Sin embargo, las organizaciones deben ser cautelosas al manejar información sensible con sistemas de IA pública para evitar vulnerabilidades adicionales.
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La ciberguerra y las tensiones geopolíticas
El escenario global actual ha llevado a un aumento de los ataques dirigidos a infraestructuras críticas, más allá del ransomware. Ataques de denegación de servicio (DoS) y estrategias destinadas a interrumpir operaciones esenciales están en auge. Este tipo de amenazas subraya la importancia de revisar y reforzar la seguridad de hardware, firewalls y sistemas críticos.
Los sectores de energía, transporte y telecomunicaciones se encuentran especialmente en el punto de mira, lo que exige un enfoque preventivo y estratégico en sus defensas.
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Escasez de talento en ciberseguridad: un desafío persistente
El déficit de profesionales en ciberseguridad sigue siendo un problema global, y España no es la excepción. Mientras la demanda supera ampliamente la oferta, la presión laboral en este sector hace que la retención de talento sea un desafío constante.
Las organizaciones deberán trabajar en propuestas más atractivas y sostenibles para los profesionales del sector, incluyendo mejoras en las condiciones laborales y oportunidades de crecimiento. Atraer y retener talento será clave para cerrar esta brecha.
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Sectores críticos bajo ataque: especial foco en el sector sanitario
El sector sanitario será uno de los principales objetivos de los ciberataques en 2025. Con un promedio actual de más de 2,361 ataques semanales por organización, las amenazas seguirán escalando. El ransomware en hospitales, en particular, resulta altamente lucrativo debido a la frecuencia con la que las instituciones sanitarias acceden a pagar rescates para restaurar sistemas vitales.
Además del sector sanitario, otros sectores clave como la administración pública y la industria están en la mira de los atacantes debido al valor de los datos que gestionan y su impacto económico. Proteger estas áreas será una prioridad estratégica.
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El factor humano: un punto crítico en la seguridad
El eslabón más débil de la ciberseguridad sigue siendo el factor humano. Los errores de los empleados, como clics en enlaces maliciosos o contraseñas débiles, facilitan la entrada de los atacantes. Por ello, la formación y la concienciación deben ocupar un lugar central en las estrategias empresariales.
Las sesiones de formación básicas ya no son suficientes. En un entorno en constante cambio, es fundamental implementar programas continuos, prácticos y enfocados en riesgos reales. Educar a los empleados es, sin duda, la primera línea de defensa contra las amenazas cibernéticas.
Regulaciones y resiliencia como ejes estratégicos
Las nuevas normativas, como DORA para el sector financiero y NIS2 para sectores críticos, refuerzan la necesidad de implementar medidas de ciberseguridad más estrictas. Estas regulaciones no solo exigen prevención, sino también resiliencia y capacidad de recuperación ante incidentes.
En este contexto, las organizaciones deben ser capaces de restablecer sus operaciones de manera rápida y efectiva tras un ataque, minimizando el impacto y garantizando la continuidad del negocio. La resiliencia ya no es opcional, es una necesidad estratégica.
Preparándonos para 2025
El panorama de la ciberseguridad para 2025 presenta un conjunto de retos que exigirán a las organizaciones estar más preparadas que nunca. Invertir en tecnologías avanzadas, fortalecer el talento interno y adoptar enfoques proactivos serán pasos esenciales para afrontar este escenario.
La pregunta no es si ocurrirá un ataque, sino cómo y cuándo. Estar preparado marcará la diferencia entre mitigar el impacto o enfrentarse a consecuencias irreparables. En este nuevo año, la ciberseguridad no será solo un gasto, sino una inversión estratégica imprescindible para garantizar la sostenibilidad de las organizaciones.
Si quieres saber más acerca de cómo podemos ayudarte a mejorar la ciberseguridad de tu organización de cara a las nuevas amenazas, ¡no dudes en contactar con nosotros!
Autores:
José Antonio Izquierdo CCM Cybersecurity Spain & LATAM de Innovery by Neverhack
Iván Bermejo Baeza, Team Lead Defensive Security de Innovery by Neverhack